Nos lo han dicho mucho y por diferentes vías…..y definitivamente uno es resultado de sus vivencias…experiencias anteriores y una partecita importante de las preferencias que tenemos…así mismo, nuestras reacciones vienen definidas por eso….sumándole lo que elegimos al momento…esa reacción pudiera definirnos como tontos o inteligentes emocionalmente, dependiendo de las consecuencias de los actos realizados. (Foto: RossQ)
Les cuento, aprendí a hablar antes del año de edad…decía oraciones enteras…enteriiiitas…decía lo que quería, lo que no quería…explicaba cosas…y hasta intentaba desde esa edad negociar con doña Iris, que no era un «Fly al Catcher»…como aprendí tan temprano a expresarme (tanto que me decían Pilita, porque no me acababa-como Duracell…valga la cuña)…así mismo aprendí a comprender lo que me decían…y desde esa edad había que explicarme cuáles serían las consecuencias de mis actos (doña Iris aprendió a hacerlo bastante bien…tanto que a veces hubiese preferido hasta una pela!)…los castigos no me funcionaban mucho….todo por el hecho de que aprendí a buscar opciones….(Foto: RossQ)
Usualmente se me castigaba por dos razones…para que comiera….o cuando me excedía en los inventos….el castigo para que me comiera todo lo que se me ponía a la mesa consistía en que si no me comía todo el desayuno, pues a la hora del almuerzo encontraba lo que dejé en el desayuno más la comida….no fueron uno ni dos días que en la cena tenía la mitad de la mesa para mí porque había dejado de todo….los primeros días fueron incómodos hasta que descubrí que mi mascota (una perrita salchicha) era feliz comiéndose todas mis sobras….y a escondidas, le tiraba todo lo que podía….ahí, resolví mi problema…..el otro castigo era cuando me pasaba un poquitín en las travesuras (cortarme todo el pelo con una tijera, encenderme el pelo con un fósforo o comer disparates hasta que me doliera el estómago) y consistía en que debía permanecer en mi habitación desde que llegaba del colegio y me sacaban la televisión (para no hacerles el cuento largo, les comento que mi televisión estaba en una mesita de rueditas…)…el caso es que al no tener televisión, me olvidaba de eso totalmente y me enfocaba en todo lo demás que tenía, muñecas, mariquitas, mi perrita que estaba ahí conmigo, escribía, leía, dibujaba, bailaba, cantaba….o sea, que le buscaba la vuelta….y el sufrimiento era mínimo…o ninguno, la verdad….(Foto: RossQ)
Wikipedia (hace mucho que no veíamos definiciones!) dice que “el castigo es la práctica de imponer algo desagradable a una persona que ha hecho algo inconveniente. En psicología el término también se utiliza como uno de los procedimientos del condicionamiento instrumental. También se ha utilizado en la literatura psicológica la terminología de castigo negativo, aunque hoy se prefieren el término de entrenamiento de omisión. (para más información http://es.wikipedia.org/wiki/Castigo). Hoy, de adultos todavía castigamos o somos castigados…y tal como dice Wikipedia, una de las opciones que tenemos es imponer algo desagradable….o (que es quizás lo más frecuente)…usamos el privar a otros de algo (de hablarles, de nuestra presencia, de cosas materiales, etc.)….De adultos las cosas pueden complicarse…yo soy muy de la línea de mi amigo Sergio….”todo se resuelve con una buena conversación”….sin embargo, hay que tomar en cuenta que para tener un “buen conversao” lo primero que debe haber es un deseo real de solucionar la situación y sobre todo un aprecio genuino entre las partes…sin esos elementos, no vale la pena ni siquiera considerar hablar….sería un sacrificio innecesario…pérdida de energía…y altísimas posibilidades de una desilusión fuerte. (Foto: JRQuezada)
Todavía hoy no aprendo con castigos…quien me castigue privándome de algo se toma el riesgo de que busque otras opciones (como cuando era niña)..y no lo hago por maldad…es que eso fue lo que aprendí!….Ahora bien, siempre he estado dispuesta a una buena conversación…. de esas abiertas…. de esas donde se dice absolutamente todo, …honestas… en la que el fin común es “solucionar”….y las que dejan acuerdos claros….igual pienso que las crisis que provocan una necesidad de hablar, son beneficiosas….porque siempre puede salir algo bueno de eso (insisto, sólo si entre las partes existe aprecio genuino!)….Ahora bien, después de una buena conversación, si no se llega a un acuerdo “cómodo”, entonces cada quien deberá tomar decisión de sus próximos pasos….con suerte, pueden ser próximos pasos que aseguren un bienestar desconocido hasta el momento. Brindemos! Por conversaciones claras, íntegras, “de a verdá”….no importa el desenlace final….siempre son liberadoras!….Qué trago aplica para eso? Una Margarita…con un extra Shot del Cuervo y uno de Cointreau!..para hacer la “habladera” más fluida!….Salud! (Foto: RossQ)
Desde mi punto de vista... 
