He visto la película “The Blind Side” varias veces, tres creo. Hay una escena en la que la madre adoptiva le pregunta al muchacho que cómo él salió de ese barrio siendo una persona con buenos valores, y él contestó que su madre (drogadicta) le decía, cuando había cosas que él no podía ver, que cerrara los ojos y cuando podía abrirlos de nuevo, le decía que el mundo era un lugar maravilloso, que la vida realmente era bella (ya esta parte la agregué yo, por supuesto). A veces es bueno cerrar los ojos para que el ambiente no nos dañe, pero también a veces es bueno abrirlos. Este fin de semana hubo varios eventos en mi país que de verdad me hicieron sentir orgullosa y saber que todavía existe consciencia, trabajo en equipo, deseos de que las cosas cambien para bien. Ví a varios grupos de fotografía apoyar el esfuerzo “Hoy por Bó” una forma hermosa de ayudar a un amigo en el que muchas familias, parejas, amigos se acercaron a tomarse sus fotos con estas personas, talentosísimas todas, que estaban poniendo a disposición su arte para recaudar fondos para ayudar. Y como leí en algo que alguno de ellos escribiera: “Hoy por Bó….mañana, quién sabe!”. Esto nos recuerda que somos susceptibles a que nos sucedan situaciones también, no podemos cerrar los ojos a quienes nos necesitan. (Foto: RossQ)
También estaba “Quiéreme como Soy” un movimiento que unió artistas en un juego de baloncesto para las Olimpíadas Especiales. Este evento se realizó para ayudar a La Asociación de Síndrome de Down y es parte de un grupo internacional que busca apadrinar instituciones que se dedican a proveer herramientas de integración a personas con discapacidad mental. Un esfuerzo hermoso donde quien aporta o participa pudo ver más allá de lo que ven sus ojos, pudieron ver con el corazón. Igual hemos visto los esfuerzos de «Cerito y Cruz» (y otros muchos grupos que se les han unido) quiénes piden que sólo un 4% en el presupuesto nacional sea destinado a la educación. No desistan amigos! lo lograremos, es la única forma en que de verdad podremos decir «Es pa’ lante que vamos». (Foto: RossQ)
Hace unas semanas tuvimos el trabajo de “Un Techo para mi País”, un esfuerzo que busca mejorar la calidad de vida de las familias que viven en situación de pobreza a través de la construcción de viviendas de emergencia y la ejecución de planes de habilitación social, en un trabajo conjunto entre jóvenes voluntarios universitarios y las diferentes comunidades. Es la forma que tiene este grupo de cambiar la vida, radicalmente, de personas que sólo necesitan que se les tienda una mano para poder continuar. Una experiencia que requiere tanto de fuerza física como de fortaleza emocional y empatía. (Foto: RossQ)
Hoy junto con un grupo de amigos cercanos estoy trabajando en “Tocando Puertas”. La idea es con esto llevar la comida de una semana a los envejecientes de un batey de San Pedro de Macorís que no tienen familiares o quiénes cuiden de ellos (Montecoca). Comenzamos con 5 y hoy estamos cerca de las 100 personas a quienes aseguramos que el día de Nochebuena y por varios días tendrán en su vivienda qué comer. También hemos podido hacer que los niños pasen un día divertido (vimos que niños se acercaban a las entregas de los paquetes y pudimos llevarles una meriendita, globos y alguien que pintara sus caritas con colores y les hicieran pasar un momento agradable). (Si desean información adicional o quieren unirse y compartir con nosotros de esta experiencia de ayuda, no duden en comunicarse a través de mi eMail). (Foto: RossQ)
No cerremos los ojos, a nuestro alrededor hay personas que requieren de nuestra ayuda, de nuestra entrega y de que demos un poquitico de lo que nos sobra. Brindo por las personas que son capaces de olvidar sus propias necesidades por un momento para mirar a aquellos que no han sido tan favorecidos, brindo con un chocolate de agua, porque con un trago, sobre todo si lo compartimos, podemos calentar corazones y de paso nuestra alma….Salud! (Foto: RossQ)