Y la musa definitivamente quiere irse de viajes, y lejos, pero he negociado con ella. Debe “aguantarse un chín” y ya veremos lo que puedo hacer por nuestras primeras vacaciones juntas. Por lo pronto, el destino (porque ella no ha hecho nada) se ha encargado de proveerme algunas cositas para que yo pueda escribir. El tema es que no entiendo por qué nunca, o casi nunca, le hago caso a mi “voz interior” porque justo en estos días pude recordar claramente un momento en que me dijo “esto te puede gustar”, pero en aquel entonces (no muy lejano) no le hice caso; simplemente fluí, seguí, pensé que no estaba siendo asertiva. En estos días me demostró claramente que no, que ese sexto sentido, nunca se equivoca. (Foto: RossQ)
Como siempre, busqué la definición de “sexto sentido” y luego de que mi fuente usual me refiriera a la película de M. Night Shyamalan encontré la definición de intuición: capacidad para intuir o adivinar algo o aquel conocimiento que es directo o inmediato sin necesidad de utilizar el razonamiento ( para más información, favor buscar en http://es.wiktionary.org/wiki/intuicion ). Es claro, lo que me pasó fue exactamente lo que me dice la definición, sólo que no quise escucharME. (Foto:RossQ)
Y definitivamente, hoy me doy cuenta que hace unos meses atrás me perdí en unos ojos marrones, de mirada profunda, de esas miradas en las que por segundos se te olvida hasta lo que estás pensando. Recuerdo perfectamente que en ese momento sacudí la cabeza, como para liberarme de una prisión que sabía era segura, y pensé: “no!”. (Foto: RossQ)
No tengo una historia que contar, pero recién me di cuenta que debí escuchar “la vocecita” porque definitivamente hoy puedo decir que además de haberme “perdido en unos ojos marrones” creo que me dieron el golpe de gracia y ahora estoy perdida en un abrazo. La aventura será “encontrarme”. Aprovecho para brindar por esas sensaciones fabulosas que simplemente te dejan esperando, en expectativa constante, brindo con un Bailey’s (valga la cuña) a las rocas, porque es un traguito tan suave y dulce como el abrazo que me tiene presa. Salud! (Foto: RossQ)
Asi es, la vida se mide por los momentos que nos quedamos sin aire, por las sensaciones ‘maripositas’ (como dice Juan Luis), por esos momenticos de ‘expectativas constante’ – como bien dices – Esa si son sensaciones!!
Hay que dejarse SER!!! Sale mejor y más barato SER tu como te quieres dejar ser, a como quieren los demas que SEAS…
Salud!!! por la Vida que hay en la Diferencias….