Hace días conversábamos Andrés, Vicky y yo sobre la comida de uno de nuestros lugares más frecuentados (vía entrega directa) y comentábamos preocupados el hecho de que estuviera bajando la calidad del mismo pues justo en esa ocasión no había el corte de carne que queríamos y nos parecía que tampoco la cantidad en onzas que nos vendieron era la adecuada. Mi primera reacción fue comenzar a pensar la forma en que iba a reemplazar ese lugar si definitivamente bajaba la calidad…y me preocupé genuinamente, pues, al menos para nosotros tres, pedir ese “Delivery” se ha convertido en un ritual casi semanal. Eso me ha llevado a pensar en el cambio del contenido, cuando la caja es la misma. (Foto: RossQ)
Y cuando quien cambia es una persona o nosotros mismos? Ahí la cosa se complica ligeramente. Un par de meses antes alguien me abordó para preguntarme si yo entendía que había alguna posibilidad de que me “arreglase” con uno de mis ex. Primero no entendía el por qué de la pregunta sobre una relación luego de 10 años de haber concluido y menos entendía que fuera un tema actual para otros; sin embargo, le expliqué decentemente (porque podía poner esa cara de “perdiste el juicio” que sé poner y decir otra cosa) que luego de pasado tanto tiempo, no sé cómo había evolucionado él, pero al menos yo ya soy otra persona, no necesariamente la persona de la que él se enamoró en un momento determinado y que por esa razón hoy día no creo que seamos una opción el uno para el otro (ahí le hice caso a Shakira que dice en una de sus canciones que “siempre supe que es mejor, cuando hay que hablar de dos, empezar por uno mismo”). Como esa, he tenido otras experiencias últimamente que me han puesto a pensar. (Foto: RossQ)
Hace días estuve compartiendo con otra persona, a quién conozco hace años, y la verdad es que fue un momento irreal, como entrar en el Twilight Zone, pues resulta que en unas tres horas de conversación “light” (mejor, “nonsense light”) me di cuenta de que era todo tan superficial que ni gracia me daba y me sorprendía que el envase era el mismo, pero el contenido ya no tenía la calidad que yo admiraba hace poquitísimo tiempo. De hecho a pocos días, hoy aún me sorprendo pensando si es posible algo como eso; o sea, un cambio tan rápido (o era que yo no lo notaba antes?). Ahí he reflexionado: o cambió la persona, o cambié yo! Lo seguro es que uno de los dos lo hizo. Y de ahí me surgió la siguiente pregunta: cuál de los dos fue? (Foto: RossQ)
No sé qué pasó con esa persona, quizás entró en la competencia de “Al que lo haga Mejor” (que eso es una historia completica para varios Posts escritos en saga): premio a la mejor ropa, premio al mejor carro, premio al/la mejor “Socialité”, premio a la mejor “personalidad”, premio al/la mejor “Entertainer”, premio a quién tiene más, premio a “le homme Mystérioux” o “femme Mysterieuse”, premio al “soy mejor que tú y todo lo hago mejor que tu”, premio al “yo consigo todo lo que quiero” y otros más (you name it!). Más que entrar a la competencia (en la que es probable que se pierdan dientes, uñas y hasta el color del pelo) lo importante sería pensar qué debes entregar como parte de la “inscripción” y qué pierdes al participar. Probablemente se hace el negocito que hizo Fausto. Wikipedia (valga…) nos dice de Fausto, que: es un personaje de ficción, protagonista de varias obras literarias y musicales, inspirado en un mago que se supone que vivió entre los siglos XV y XVI y se decía que había vendido su alma al diablo para obtener sabiduría . Para más información, buscar en http://es.wikipedia.org/wiki/Fausto. (Foto RossQ)
No sé si yo misma he participado en el concurso en algún momento o si he hecho el negocio aquel, pero prefiero sacrificar un poco el envase y que el contenido sea cada vez mejor. Aún estoy buscando cómo lograr ser mejor persona (probablemente no lo logro como yo creo que lo hago, pero ahí vamos…), buscando que la imagen exterior o la sociedad no me empujen a hacer cosas que no quiero, buscando cómo ayudar a otros, cómo entender desde dónde operan los demás, cómo vivir feliz y en liviandad no importa las circunstancias y cómo amar lo que hago (podré sonar cursi y aclichetada, pero, eso es lo que hay y no me importa!). Cada día todos tenemos una oportunidad para subir un peldaño y por eso brindo con una limonada natural, recién hecha con limones exprimidos a mano, porque así es que nos hacemos mejores! Sacando el jugo a nuestro potencial. Salud!!! (Foto: RossQ)
muy bueno ross! cuando me ha pasado eso pienso que hemos cambiado los dos, pero hemos evolucionado de manera distinta!
Se debe evolucionar (cosa nada fácil), pero necesaria para poder pasar al siguiente nivel (el que gustes ó en el que creas), y esa evolución se dá, pienso que quien cambió fuiste tú Ros (evolucionaste) y al hacerlo notaste el lugar (nivel) donde se quedó la otra persona… dice José Ingenieros en su libro EL HOMBRE MEDIOCRE: «el perfeccionismo humano se efectúa con ritmo diverso en las sociedades y en los individuos. Los más poseen una experiencia sumisa al pasado; Pocos elegidos varían, avanzando sobre el porvernir…»